Es absurdo suponer que la vida no rige una gran parte de nuestras decisiones, de manera lógica, y en ocasiones, casi de manera inapreciable, nos dejamos arrastrar a un círculo absurdo. Y no es de rutina de lo que hablo, puede que la repetición sintomática solo sea de sentimientos o interacciones sociales. Mi vida se ha vuelto completamente contraria a lo que creía que sería a estas alturas. Si bien la imagen que da, incluso a mi mismo, en ocasiones es la sensación de una vida de constante movimiento y cambio, lo que me hace sentir o compartir con las personas que me acompañan son los mismos sentimientos y sensaciones una vez, y otra.
Lejos de volverse agotador, me sumo en la comodidad de un círculo que parece que no acaba, en el que nada se parece a la siguiente vuelta, pero siempre es lo mismo. Con nuevos decorados y nuevas caras, pero a cada pasada y frente a la seguridad que te da conocer el camino, la velocidad aumenta y con ello las decepciones.
Pero ahora llega el invierno acompañado de abrigos, botas y demás alicientes para que mi vida sea más lógica, más fría, y lo me sienta más protegido.
Es lo más acertado y bonito que se puede decir en una de esas situaciones que remueven hasta el polvo de el aire ... solo con pensarlo
ResponderEliminarLa mayor parte de las veces acabas reconociendo los sentimientos y reacciones de siempre en todas las situaciones.
ResponderEliminarBuen texto ;) te has ganado una seguidora